El Futuro de la República Dominicana.

Por Lic. Lorenzo Bencosme.

La Crisis Financiera originada desde los Países Ricos, extendiendo sus efectos a los Países Pobres o de la periferia del Centro Mundial del Capitalismo Neoliberal, causando la más profunda y prolongada desaceleración económica, en lo cual no se puede soportar el vigente esquema de sustentación y su distribución, distanciada de la estructura actual. Por el lado derecho están “los grandes dueños del Mundo, los poderosos de siempre y sus lacayos, dirigiéndonos como máquinas, compradores del continuismo. En el lado izquierdo los que luchan permanentemente por sobrevivir, externa batalla que se ha venido librando por siglos.

En este proceso, los primeros (la Oligarquía dominante) se han dedicados a limitar el derecho a la Educación para no compartir los conocimientos, ni el desarrollo evolutivo de la Sociedad y ni la riqueza, con los productores de los Recursos, ni con los cesantes. Sin embargo, no pierden oportunidad para presentar un supuesto progreso jugando con los intereses de la Comunidad, confundiendo la sensatez de la población votante ó electora con el “pendejismo” colectivo, situación esta aprovechada malsanamente por un pequeño grupo de burócratas depredadores, quienes sí disfrutan de la Estabilidad Macroeconómica, del muy mal enfocado Crecimiento Económico, del desigual bienestar y del gran y afamado Progreso.

Nuestro País da pena y vergüenza. Está dirigido y administrado por una camarilla burocrática compuesta por Intelectuales Orgánicos, Profesionales y Técnicos, que se han puesto al servicio de la más perniciosa corrupción, la mezquindad, la perversidad y el latrocinio.

Hay países en África, Asia y en América Latina, atrasados y sumergido en la más profunda brutalidad, denigrados con el más alto índice de analfabetismo. Con un incremento constante de la pobreza extrema, que bordean la indigencia, que están sujeto a ser declararlos en estado de calamidad y en emergencia. Con una muy peligrosa inseguridad Ciudadana semejante a un canibalismo atroz ó bien parecida a las que vemos en las películas del Viejo Oeste de los Estados Unidos ó a las Gangas de Chicago del siglo pasado.

Y los países de sistemas económicos emergentes ó en vía de desarrollo, pero que no avanzan en la velocidad creciente para alcanzarlo se sitúan frente a disyuntivas, cuando no los afectan una crisis de gobernabilidad, es una crisis financiera, cuando no es una de partidos.
Por otra parte, están las Naciones atrasadas y pobres esperando la generosidad de las de economías desarrolladas que impongan su bien acostumbrado paternalismo, ayudas alimentarias, donaciones, perdón a las deudas externas, etc. Lo que realmente necesitamos es que los países del Tercer mundo se unan en una Organización de carácter Regional, en coordinación con las naciones de riquezas abundante, financien con apoyo de asistencia tecnológica y hasta científica que permita equilibrio, estabilidad económica, igualdad de condiciones, competitividad y superación en la calidad de vida.

Aunque en los EEUU el Presidente Barack Obama exhibe un gran optimismo sobre el desenlace de la crisis económica y en tal sentido, levanta la imagen de la poderosa Nación Americana en materia de la política exterior, continúa con la acostumbrada intervención con el ya conocido pretexto de luchar contra el terrorismo ó el narcotráfico. Los economistas y especialistas en materia financiera junto a la Agencia de Reserva Federal señalan que la crisis económica dará señales de una evidente recuperación, comenzando a partir de mediado del 2010.

Los sabios del gobierno que preside el Dr. Leonel Fernández, habían pronosticado que la crisis financiera internacional no nos afectaría, sin embargo, ella ha tenido un doble efecto en nuestra economía, 1ro) por el acelerado proceso de construcción, caso Metro. Se ha puesto en evidencia el desajuste de nuestro sistema financiero, 2do.) los excesivos gastos del Gobierno que ahora los pagan los contribuyentes, porque hay problemas de liquidez. Dos problemas, pues, excesos de gastos y deficiencia en la inversión versus falta de liquidez para el sistema financiero dominicano. Y esto se debe a la falta de una política de Finanza Pública coherente.

La desaceleración de la economía dominicana, que en todo caso, nos habían vendido los que hoy por hoy nos gobiernan iba a terminar con estabilidad macroeconómica y confianza en los que nos gobiernan, que iban a controlar la devaluación de nuestra moneda, que iban a efectuar ajustes de los precios, que se elevaron producto de la excesiva valoración del dólar. Sin embargo, caímos en una profunda recesión, que ya había comenzado cuando las caída estrepitosa de los bancos en el año 2002, es decir mucho antes de que estallara la crisis financiera internacional del 2007.

La economía dominicana se ha estancado desde entonces, en el primer cuatrienio 2004- 2008. En el primer semestre del 2009 se agudizó la recesión, se ha extendido en todo este año, no sabemos si para el 2010 pueda el gobierno actual tener respuestas cuando comience la recuperación global. Ahora bien, cuando esto ocurra, cuál será la suerte de nuestro País? seguir gobernados por una camarilla de politiqueros sin voluntad política para enfrentar la problemática?