Opiniones: Crisis de Los partidos políticos y su replanteamiento en la etapa actual del proceso político en la República Dominicana.
Opiniones
Crisis de Los partidos políticos y su replanteamiento en la etapa actual
del proceso político en la República Dominicana.
Por Lic.
Lorenzo Bencosme
New York, USA. 6/3/2017
Cuál es la función principal de los partidos
políticos como organizaciones fundamentales en el sistema democrático?
Son estructuras organizadas que desde su
surgimiento han sido, hasta la actual etapa, la expresión genuina de las clases
y sectores de clases sociales de la sociedad. Son vehículos
insustituibles de canalización. Aunque no han sido debidamente eficaces, ni son
eficientes en dicha representación, obviamente, continúan siéndolo en el
escenario político actual. Esta definición no significa que se descarte el
papel de las organizaciones de la Sociedad Civil, las ONG’s, ni la importancia
de los grupos de presión social a través de las Asociaciones profesionales,
gremios o Sindicatos laborales y otros mecanismos de expresión social.
Evidentemente, los partidos políticos en el
sistema democrático asumen compromisos históricos en el ámbito social,
relevantes tareas en el aspecto económico y las más importantes funciones en la
esfera política y jurídica. Así como en la Democracia, en los Estados
totalitarios los partidos políticos tienen, más o menos, también ciertas funciones
específicas.
Los entendidos en los asuntos políticos señalan, que el Estado en la actual modernidad
neoliberal, es un Estado pluripartidista, donde los partidos desempeñan la
función central del gobierno, la
participación en las tareas de la integración en los órganos de representación,
así como también, con cierta autonomía relativa, respecto a sus funciones de
mediación entre el Estado y la sociedad civil.
Si lo enfocamos dentro del contexto de este
análisis como un elemento de política comparada, remito como particular
referencia de la crisis de los partidos, el pluripartidismo de la Democracia
dominicana, en la cual me permita una visualización clara sobre la problemática
de la falsa representatividad, el distanciamiento, cada vez más notable, entre
los partidos y la ciudadanía y el deterioro de las instituciones estatales
causado por la corrupción administrativa.
Partiendo del punto de vista de
dicha política comparativa, observamos que el sistema democrático en los Países
de Europa occidental, Estados Unidos, Canadá y en nuestro caso especial, en
América Latina han logrado sostenerse en tiempo y espacio teniendo como punto
de apoyo la vigencia y la permanencia de partidos políticos sólidos
En la actual situación, el
sistema de partidos en la República Dominicana necesita enfrascarse en resolver
múltiples problemas, solventar vacíos de liderazgos y promover mecanismos de
cambios para hacer mejor gobernable esta democracia decepcionante, razón por la
cual, en este contexto histórico, la gobernabilidad ha sido débil y traumática.
El proceso de consolidación
democrática en la República Dominicana, aparentemente, ha presentado
dificultades y la actitud de los partidos políticos en general es muy
criticable, en ciertos casos las propias acciones políticas han sido de dudosas
reputación en algunas de las etapas del proceso de transición democrática.
La conciencia nacional cada vez más se pierde en la ausencia de una
cultura política firme en el marco de la competencia desleal frente a las
temerarias confrontaciones de facciones cuyas incidencias presenciamos en el
país.
En este nuevo escenario, los
partidos, exclusivamente los tradicionales, han estado transitando, aunque
independientemente a sus voluntades, la indudable ruta de un estado de
descomposición, hacia una inevitable etapa de una obligada y necesaria
recomposición y maduración política.
La década de los 60’s nos pareció
una época de oro en el encuentro con la Democracia en nuestra amada Quisqueya,
el panorama nacional lucía encaminarse al encuentro exitoso de las Libertades
públicas y la Justicia Social, un espacio de tiempo político colmado de grandes
expectativas. Ese ambiente de cambió Social que marcó la época, fue frustrado
por el fatídico y traumático golpe de Estado del 25 de Septiembre del 1963 que
genero lamentables acontecimientos, como el levantamiento guerrillero de la
Manacla, la Guerra del 24 de Abril de 1965, etc.
Sin embargo, actualmente el
sistema de partidos, en toda su estructura, está divorciado de la mayoría de
la sociedad, este no la representa.
Tenemos que evaluar y estudiar a los partidos desde su situación de crisis en
el marco de la democracia, ya que según los científicos políticos han señalado
que los partidos políticos han agotado su rol como agentes autónomos de cambio
social, viéndose atrapados en la lógica de la política neoliberal de la
democracia globalizada focalizando su principal plataforma, las instituciones
del Estado-nación, las cuales, han
perdido gran parte de su importancia en la Sociedad. Además, los partidos se
han convertidos en entidades corporativas y en carteles manejados por grupos
mafiosos desde sus Direcciones centrales y ejecutivas.
Los partidos políticos en la
actual coyuntura política deben formular una reinvención estructural y
adecuarse a la necesidad del cambio que demanda la Sociedad dominicana. Tomemos
referentes los principales partidos del proceso político dominicano.
El PRD había sido el
principal partido político de la Rep. Dominicana, porque se había sostenido durante mucho
tiempo como el instrumento de las justas luchas del pueblo por sus legítimas
reivindicaciones sociales. Había diseñado, aplicado y ejecutado las formas y
estilos más viables de hacer política en
la oposición. Así mismo, cuando le tocó gobernar, formuló y aplicó políticas
Públicas que llenaban las expectativas de la población, pero reñían contra los
intereses del Bloque en el Poder compuesto por las diferentes fracciones de la
Oligarquía.
El PRD ha sido el
principal Protagonista en las contiendas electorales por lograr la presidencia
de la República desde 1962 hasta la actualidad, sin embargo, solo ha ganado
cuatro elecciones generales, excluyendo las elecciones de medio término, cuyo
gobierno ha sostenido por períodos cuatrienales.
El PRD se ha dividido en
diferentes ocasiones, claro, causado por los principales miembros de sus
corrientes a lo interior. El PRD hizo a la sociedad dominicana contemporánea
importantes aportes, en la última contienda electoral obtuvo el mal contado 47%
del electorado nacional, es decir, fue la organización mayoritaria de la oposición que ha existido en la Rep.
Dominicana. La múltiple división que registra la historia en su existencia, ha
sido una de sus mayores caracterizaciones.
Los otros partidos, como
el PLD y PRSC cuando han logrado algunas posiciones, incluyendo la presidencia
de la República, han operado ajeno al interés del País, han implementados prácticas clientelares, articulado pactos con
organizaciones minoritarias o emergentes y se han vinculado con factores y mecanismos
reales del bloque de poder subsumiéndose a la lógica del capitalismo
Neoliberal.
Los partidos políticos
dominicanos deben autoevaluarse, rebuscarse para lograr reformularse, reinventarse, celebrar
Seminarios, Coloquios, en los que se traten con seriedad y gran amplitud las
relaciones, así como las vinculaciones con la sociedad civil y el Estado. Deben
Implementar programas de capacitación y Educación Política para sus Cuadros
derigenciales, así como a sus Cuadros de militancia media. Con el gran propósito
de armarlos con un lineamiento ideológico y doctrinario capaz de reproducir la
problemática de la Sociedad dominicana en la búsqueda de soluciones.
La sociedad dominicana ha
cambiado significativamente en las últimas décadas del siglo XX y en lo que va
de este Siglo XXI. Los partidos, han experimentado, a la par, cambios
sustanciales, se han convertido en polisclasistas. Es una problemática muy
Preocupante, ya que ellos, los Partidos, han abandonado la necesaria
capacitación de sus Miembros y Militantes y la ausencia de una plataforma
doctrinaria hace que todos los integrantes se licúen con la presencia cada vez
más amplia de una pluralidad de sectores sin Principios, ni disciplina
partidaria expresada en una real mezcla de organizaciones sociales del más
diverso tipo que, representan muy vigorosamente intereses ecológicas y
ambientalistas, de género, vecinales, de protección civil, de derechos humanos,
otras.
Estas Organizaciones de
la Sociedad Civil plantean reivindicaciones y aun tienen propuestas claramente
políticas, porque se dirigen al poder del Estado de manera semejante a la que
lo hacen los partidos, aunque de manera específica, para resolver problemas de
sectores de la sociedad o de la sociedad en conjunto. Por contraste los partidos
se reivindican en ese momento como parte de la sociedad civil, con la necesidad
de relacionarse más intensamente con las organizaciones sociales, pero
invocando que ellos tienen visiones integradoras como la organización que los hace instituciones con
permanencia más amplia en la esfera de la sociedad y la secuela de
responsabilidades. También se registra que algunas organizaciones sociales han
denunciado e incubado desconfianza de los partidos y particularmente de sus
burocracias.
A pesar de la intensa
crisis y descrédito que están viviendo los partidos políticos en nuestro país
en la primera década del siglo XXI, siguen teniendo vigencias y
responsabilidades básicas en el funcionamiento del sistema de la democracia
representativa.
Además de los partidos
principales (PRD, PLD, PRSC y actualmente, el PRM), el sistema de
partidos en la Rep. Dominicana, está
integrado pues, por una amalgama de partidos menores, que frecuentemente se
alían en los procesos electorales a los Partidos mayores. Las coaliciones o
Alianzas que se han establecido en las dos últimas elecciones son las del
PLD-PRSC, PRM-PRSC, PLD-PRD, esta última actualmente en el Poder.
En relación con la crisis
de confianza que experimentan los partidos políticos en la Rep. Dominicana hay
que hacer notar las siguientes
salvedades: 1) No todos los partidos atraviesan por la misma crisis, ni
experimentan los mismos tipos de problemas. 2) Los partidos que experimentan
las mayores dificultades son los que no tienen una línea doctrinaria definida. Los
partidos pragmáticos, pero
con una línea de pensamiento político experimentan menos problemas en ese terreno. Tenemos el
caso del PLD y algunos de los Partidos Minoritarios o Emergentes.
Para formular un
relanzamiento de los Partidos Políticos en el ámbito del Sistema de Democracia
Representativa, debemos destacar cuáles son sus responsabilidades básicas, así como las
facultades que los partidos tienen para cumplir sus funciones.
Sus recursos deben
provenir de dos fuentes: pública que debe ser la principal y privada, que es
complementaria, la cual debe ser de solvencia legal. En ella se dispone que la
ley reglamentaria, establezca las reglas para el financiamiento de los partidos
políticos y sus campañas electorales;
Esta reforma sostiene a nivel constitucional que prevalecerán los
recursos públicos sobre los privados.
En la actualidad, en
nuestro País se han estado debatiendo los proyectos: Ley de Partidos y Ley
Electoral desde dos perspectivas legislativas y jurídicas como son; la del Derecho Constitucional y la de la ley.
La visión histórica, sociológica y politológico, nos permiten llegar a una
explicación más amplia sobre esas instituciones en nuestro país y sus
relaciones con la sociedad civil y la sociedad política. La Constitución contiene
los artículos que definen la función de los partidos políticos como entidades
de interés público, así como, asociaciones de ciudadanos con afiliación
individual con fines de ejercer derechos y deberes de sufragio universal.
Las responsabilidades que
los partidos políticos tienen en la actualidad, desde dichas perspectivas
jurídicas: la del Derecho Constitucional y la de la ley Electoral y de
Partidos. Nos permiten llegar a una explicación más amplia sobre las
características de la Partidocracia funcional en nuestro país
Otras funciones
principales son: 1) promover la participación del pueblo en la vida democrática
de acuerdo con sus programas, y 2) contribuir a la integración de la
representación nacional.
Las elecciones
constituyen una función estatal ejercida por los poderes de la República, con
la participación de los partidos políticos y de los ciudadanos; se deben
definir los principios fundamentales que deberán observarse tanto en la
organización como en la conducción de las elecciones: Pureza, imparcialidad,
Legalidad y objetividad.
Se debe aprobar ya la ley
reglamentaria, la cual establecerá las reglas para el financiamiento de los
partidos políticos y sus campañas electorales; al tribunal autónomo se le ha
dado el nombre de Tribunal Superior Electoral y se le atribuye la máxima
autoridad jurisdiccional en materia electoral.
Si se mantienen como
organismos de interés público que se mueven en el ámbito de la sociedad civil,
se les mantiene en una condición en la que las responsabilidades en que
incurran puedan ser debidamente evaluadas y en sus casos, sancionada.
También, los Partidos Deben ser considerados organismos auxiliares del Estado
para la promoción democrática de la participación ciudadana y la integración de
la representación nacional.
Además debe establecerse
en la Ley, que los partidos deben conducir sus acciones, las de sus integrantes
y dirigentes, con procedimientos democráticos para elegir a sus dirigentes y
candidatos. En los casos en que los partidos tomen decisiones sin seguir los
procedimientos de corte democráticos, previstos en sus estatutos y reglamentos,
la autoridad electoral podrá declarar nulas las decisiones respectivas,
ordenando la reposición de los procesos para elegirlos democráticamente. Esta
es una disposición que parece indispensable para propiciar que los partidos
puedan recuperar la confianza perdida de la ciudadanía. Y es que en los
partidos se han dado procesos de oligarquización que permiten a las burocracias
y cúpulas partidarias, tomar decisiones que deben corresponder a sus bases.
\\El
Autor es Politólogo y Periodista.
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