El PRD ante la necesidad de un Pleno Nacional de Dirigentes para una evaluación y rectificación.
Por Lic. Lorenzo Bencosme
Cuando el proceso de campaña estaba avanzado se notaba un ambiente alentador para el futuro político de la Democracia Representativa en nuestra Rep. Dominicana. Las elecciones del pasado 16 de mayo serían decisivas para la estabilidad institucional del país y de una mejor suerte para la población. La libre distribución del Voto mediante unas elecciones limpias y libres garantizaba un Congreso transparente, independiente y equilibrado, que impidiera el control del Poder Ejecutivo sobre los demás Poderes del Estado y frenara el manejo discreto y excesivo del Presupuesto Nacional por parte del Presidente de la República.
Con el objetivo de que nuestros Candidatos ganaran las elecciones del 2010 y avanzar hacia las del 2012, la Dirección de nuestro Partido Revolucionario Dominicano se enfrascaba en diseñar, formular y aplicar una estrategia y táctica para enfrentar la monstruosidad del Gobierno, la demagogia y la solapada burla del PLD. Mientras este se esquinaba con la Junta Central Electoral y otros sectores de oposición para dar el golpe bajo al PRD.
El proceso electoral culminó contrario a las percepciones y predicciones que se formularon, dejando en consecuencia, una secuela de cuestionamientos y colocándonos en una situación de desventaja causado por un Fenómeno que requiere que, además, de la Dirección Ejecutiva, todo el Partido debemos asumir la vital responsabilidad histórica frente a la problemática, que más bien, nos afecta a todos/as, muy especialmente, a nuestra Sociedad.
Aun con los resultados señalados, de partido a Partido, el PRD quedó en una muy buena posición, logrando fortalecer el voto duro, que asciende a un 45.9%, el PLD 47% ya que la abstención fue de un 49%, en términos de #. Ahora bien, ¿de qué fracaso se habla en el PRD? Si alguien en el PRD es culpable de que el PLD haya alcanzado la apabullante mayoría en el Congreso Nacional, somos todos, porque nos alejamos de la imprescindible unidad, algunos conscientemente y otros de manera u otra nos unimos al coro del fraude, contemplando el uso abusivo de los recursos y de los mecanismos de Poder del Estado.
El PRD ha tenido que enfrentar al Estado, cuyo Gobierno está, encabezado por Leonel Fernández y su camarilla de Funcionarios corruptos, han aplicados los medios más perversos y descarados para materializar el más colosal fraude electoral que se ha registrado en nuestra Historia Republicana.
La evidente compra de conciencias mediante las oleadas de repartición de cientos de millones de pesos para desarticular los Partidos de oposición en las compras de tránsfugas, compras de periodistas, pagos a Programas en los medios de comunicación, para controlar el ambiente mediático, el monopolio absoluto de una extensa red de emisoras de radio y Televisión en pleno cierre de campaña, la cuantiosa inversión multimillonaria en operativos de propaganda y publicidad combinado con la publicación de las dudosas encuestas pagadas durante el virtual matadero electoral, creando así un ambiente de triunfalismo, adelantando el planeado y dramático montaje de su dudoso y cuestionable triunfo .
Otra de sus maniobras fraudulentas es el juego sagaz con las condiciones de precariedad y calamidad de las masas pobres, usando el chantaje con los subsidios estatales a más de 700 mil personas, que si no votaban por los Candidatos del PLD, les cancelaban la tarjeta de ayuda, por otro lado, el voto obligado, impuesto a los empleados públicos, Militares y Policías, las comprobadas compras y ventas de Cédulas y de votos en plenas elecciones, a la luz de las miradas y en los alrededores de los Centros de votaciones.
Ahora bien, por todo lo expuesto anteriormente y frente a tan axiomática y tangible veracidad del traumático proceso electoral y los funestos resultados, producto de las irregularidades y de las flagrantes violaciones a las más elementales Reglas de las Leyes Electorales por parte del PLD, Leonel Fernández y su camarilla de Funcionarios del Gobierno.
Considero, que el Ing. Miguel Vargas Maldonado debe continuar en la Presidencia del Partido porque fue proclamado y ratificado por el Plebiscito del 27 de septiembre del 2009. En ara de que se mantenga la institucionalidad partidaria, pienso que la renuncia de cualquier Compañero o Compañera debidamente elegido/a tiende a desarticular la legitimidad del proceso de Convención.
En conclusión. No es conveniente para el Partido y el País que se produzca tal renuncia por considerarla impropia e inoportuna en la actual coyuntura, además, ello contribuye a la alteración del orden institucional y democrático del Sistema de Partidos.
Debido a los resultados del pasado proceso electoral, en el visual estado en que se encuentra el Partido y en la actual situación Política del País, es muy urgente y necesario que el PRD se someta a un proceso de evaluación crítica y de rectificación a través de un Pleno Nacional de dirigentes, los de la alta Dirección, como los organismos Medios y de las bases. Estos últimos deben ser incluidos para superar la práctica negativa de la exclusión.
El Autor es Politólogo y Periodista.
Cuando el proceso de campaña estaba avanzado se notaba un ambiente alentador para el futuro político de la Democracia Representativa en nuestra Rep. Dominicana. Las elecciones del pasado 16 de mayo serían decisivas para la estabilidad institucional del país y de una mejor suerte para la población. La libre distribución del Voto mediante unas elecciones limpias y libres garantizaba un Congreso transparente, independiente y equilibrado, que impidiera el control del Poder Ejecutivo sobre los demás Poderes del Estado y frenara el manejo discreto y excesivo del Presupuesto Nacional por parte del Presidente de la República.
Con el objetivo de que nuestros Candidatos ganaran las elecciones del 2010 y avanzar hacia las del 2012, la Dirección de nuestro Partido Revolucionario Dominicano se enfrascaba en diseñar, formular y aplicar una estrategia y táctica para enfrentar la monstruosidad del Gobierno, la demagogia y la solapada burla del PLD. Mientras este se esquinaba con la Junta Central Electoral y otros sectores de oposición para dar el golpe bajo al PRD.
El proceso electoral culminó contrario a las percepciones y predicciones que se formularon, dejando en consecuencia, una secuela de cuestionamientos y colocándonos en una situación de desventaja causado por un Fenómeno que requiere que, además, de la Dirección Ejecutiva, todo el Partido debemos asumir la vital responsabilidad histórica frente a la problemática, que más bien, nos afecta a todos/as, muy especialmente, a nuestra Sociedad.
Aun con los resultados señalados, de partido a Partido, el PRD quedó en una muy buena posición, logrando fortalecer el voto duro, que asciende a un 45.9%, el PLD 47% ya que la abstención fue de un 49%, en términos de #. Ahora bien, ¿de qué fracaso se habla en el PRD? Si alguien en el PRD es culpable de que el PLD haya alcanzado la apabullante mayoría en el Congreso Nacional, somos todos, porque nos alejamos de la imprescindible unidad, algunos conscientemente y otros de manera u otra nos unimos al coro del fraude, contemplando el uso abusivo de los recursos y de los mecanismos de Poder del Estado.
El PRD ha tenido que enfrentar al Estado, cuyo Gobierno está, encabezado por Leonel Fernández y su camarilla de Funcionarios corruptos, han aplicados los medios más perversos y descarados para materializar el más colosal fraude electoral que se ha registrado en nuestra Historia Republicana.
La evidente compra de conciencias mediante las oleadas de repartición de cientos de millones de pesos para desarticular los Partidos de oposición en las compras de tránsfugas, compras de periodistas, pagos a Programas en los medios de comunicación, para controlar el ambiente mediático, el monopolio absoluto de una extensa red de emisoras de radio y Televisión en pleno cierre de campaña, la cuantiosa inversión multimillonaria en operativos de propaganda y publicidad combinado con la publicación de las dudosas encuestas pagadas durante el virtual matadero electoral, creando así un ambiente de triunfalismo, adelantando el planeado y dramático montaje de su dudoso y cuestionable triunfo .
Otra de sus maniobras fraudulentas es el juego sagaz con las condiciones de precariedad y calamidad de las masas pobres, usando el chantaje con los subsidios estatales a más de 700 mil personas, que si no votaban por los Candidatos del PLD, les cancelaban la tarjeta de ayuda, por otro lado, el voto obligado, impuesto a los empleados públicos, Militares y Policías, las comprobadas compras y ventas de Cédulas y de votos en plenas elecciones, a la luz de las miradas y en los alrededores de los Centros de votaciones.
Ahora bien, por todo lo expuesto anteriormente y frente a tan axiomática y tangible veracidad del traumático proceso electoral y los funestos resultados, producto de las irregularidades y de las flagrantes violaciones a las más elementales Reglas de las Leyes Electorales por parte del PLD, Leonel Fernández y su camarilla de Funcionarios del Gobierno.
Considero, que el Ing. Miguel Vargas Maldonado debe continuar en la Presidencia del Partido porque fue proclamado y ratificado por el Plebiscito del 27 de septiembre del 2009. En ara de que se mantenga la institucionalidad partidaria, pienso que la renuncia de cualquier Compañero o Compañera debidamente elegido/a tiende a desarticular la legitimidad del proceso de Convención.
En conclusión. No es conveniente para el Partido y el País que se produzca tal renuncia por considerarla impropia e inoportuna en la actual coyuntura, además, ello contribuye a la alteración del orden institucional y democrático del Sistema de Partidos.
Debido a los resultados del pasado proceso electoral, en el visual estado en que se encuentra el Partido y en la actual situación Política del País, es muy urgente y necesario que el PRD se someta a un proceso de evaluación crítica y de rectificación a través de un Pleno Nacional de dirigentes, los de la alta Dirección, como los organismos Medios y de las bases. Estos últimos deben ser incluidos para superar la práctica negativa de la exclusión.
El Autor es Politólogo y Periodista.
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